Tras los globos sonda, llegan los decretos que ahogan más a los trabajadores de este país. Soraya Sáenz de Santamaría ha anunciado hoy que si estás cobrando la prestación por desempleo, el estado tiene derecho a obligarte a trabajar en lo que le parezca. Esto tiene un nombre, trabajos forzados, y se suelen aplicar a los presos, por lo que veo ya cual es la consideración de este gobierno hacía todos nosotros. Y no va desencaminado el gobierno: somos presos de un sistema económico y político que primero te convierte en un recurso a merced de un mercado laboral y luego te niega las oportunidades en el mismo.
Es más, el anuncio dice literalmente: «para llevar a cabo las obras de reparación, las Administraciones públicas y las entidades sin ánimo de lucro podrán solicitar la adscripción de trabajadores perceptores de las prestaciones por desempleo» e inmediatamente después, muy hábilmente, Soraya desvía la atención de esta aberración para dar un titular a los medios hablando de la ayuda que estos desempleados podrán ofrecer en las tareas de prevención y extinción de incendios. Esos titulares, tras un verano tan trágico en lo que a nuestros montes se refiere, es seguro que agradará a la mayor parte de sus votantes y parte de los despistados. «Claro, si cobran un sueldo que trabajen». Pero lo que no dice Soraya es que ese es un puesto de trabajo que se pierde, que no tiene derechos laborales, que evita al parado estar buscando empleo, que obliga al profesional a supervisar a gente no preparada, que pone en riesgo la vida de las personas más débiles y desesperadas de nuestra sociedad…
Se olvida también el gobierno de que el derecho a la prestación por desempleo es eso, un derecho, no un privilegio que ellos han concedido a nadie. Es más, no es solo un derecho, sino que además ese dinero que «te dan» está sustentado en la cotización obligatoria que todo trabajador realiza a la seguridad social por el simple hecho de estar trabajando. Confunde una vez más este gobierno derechos con privilegios.
En fin, queda claro que después de este desastroso verano, no piensan poner ni un euro en prevención de incendios y han decidido resucitar viejas recetas de la época esclavista. Pues que recuerden que los Rajoys y las Sorayas de aquél periodo de la historia terminaron en la guillotina o en la horca.