Escribo este nuevo artículo para responder a los comentarios que se realizaron en referencia a mi anterior artículo en este mismo blog y en otros sitios web y redes sociales. El objetivo principal de dicha entrada era crear debate acerca del trabajo gratuito o casi gratuito, así que creo que el objetivo se puede dar por conseguido. Sin embargo, considero que quizás parte del mensajeque lancé (sin duda incendiario) no se ha entendido por muchos de los participantes en el debate (otros lo han entendido perfectamente, evidentemente).
Lo primero que quería dejar claro es que he tratado de considerar el anuncio mencionado en la anterior entrada como una abstracción, como un ejemplo, tratando de no personalizar en él o ella el asunto, puesto que no se trata de una cuestión personal, sino de un problema colectivo que afecta a toda la sociedad, «informáticos» y otros trabajadores de cualquier sector. También quiero dejar claro que yo jamás he trabajado en los temas que tocaba el anuncio (servicios técnicos a domicilio), ni vivo en la zona dónde esta persona pudiera estar actuando, por lo que ni por asomo se trata de que esta persona pudiera competir conmigo, ni creo que esté haciendo ningún tipo de intrusismo (¿como voy a saber yo la titulación de esta persona?), ni tan siquiera escribí el artículo pensando en que se estaba haciendo mal uso de la palabra «informático». Hubiese podido escribir el mismo artículo de un profesional de cualquier sector que se ofreciera a cobrar «la voluntad».
Hay muchos comentarios que inciden en el típico y manido tema del colega o familiar que «como eres informático» te pide ayuda para «arreglar» su ordenador. No van por ahí los tiros. Cuando alguien diseña un cartel y crea una página en Facebook es para que le llamen personas que no pertenecen a su círculo de confianza. No entiendo los mensajes que han tratado de desviar el debate hacía ese tema. No, la intención del artículo no era reabrir el debate acerca de los familiares y amigos que nos piden favores a quienes trabajamos con ordenadores.
Por otra parte, otro de los temas que se han tratado en los comentarios y que me han sorprendido ha sido el tratar de vincular a quién ofrece su fuerza de trabajo de manera gratuita o «por la voluntad» con los que trabajan en y por el software libre. Esto es simplemente no haber entendido de que va el software libre. El software libre no es software gratuito, es toda una filosofía de colaboración con la sociedad que nada tiene que ver con lo que se hace en este anuncio. De hecho, ofrecer tu fuerza de trabajo de forma gratuita es todo lo contrario que crear software buscando el bien común. Mientras que los programadores que desarrollan software libremejoran la sociedad mediante la creación de un corpus de software que lucha contra las grandes corporaciones que manejan la informática a nivel global, el «informático» que trabaja «por la voluntad» está perjudicando a los trabajadores de la sociedad en la que vive bajando los salarios y desprestigiando la imagen de los trabajadores del sector informático, induciendo a pensar que el trabajo que realizan no tiene ningún valor.
Esto último es lo que quise reflejar en mi anterior artículo: cómo aceptar condiciones infrahumanas de trabajo nos puede llevar a todos los trabajadores a la proletarización total de nuestras condiciones de vida, volviendo un par de siglos atrás. Está claro que todos tenemos que comer cada día y que todos tenemos unas mínimas necesidades que cubrir y por ello necesitamos conseguir unos medios de vida mediante un trabajo que hoy por hoy es escaso. Eso está claro. También es cierto que en un sistema capitalista como el que nos ha tocado vivir la única forma de conseguir un trabajo es compitiendo en el mercado laboral, mercado éste, creado por las mismas élites económicas que nos han llevado a una situación tan lamentable como la que actualmente estamos atravesando. Sería muy ingenuo pensar que es todo un gran casualidad, una fatídica alineación de los astros de la que nadie es culpable. Nada de eso, el empeoramiento de las condiciones laborales es solo una estrategia para rebajar los salarios y conseguir así mayores beneficios patronales. Frente a esta ofensiva del gran capital, los trabajadores podemos hacer dos cosas: luchar o rendirnos. Si elegimos rendirnos estaremos eligiendo que nuestros hijos vivan peor que nosotros y que nosotros vivamos peor que nuestros padres para que unos pocos puedan seguir incrementando año tras año sus abultadas cuentas corrientes.
Por eso yo elijo «lucha». Por eso me parece más digno aquél que antes que bajarse los pantalones en una esquina prefiere robar en un supermercado, aquél que se niega a aceptar un ERE y participa en una huelga indefinida, aquél que aún sin percibir todavía el peso de la crisis sale a manifestarse cada día aún a riesgo de ser encarcelado sin motivo. Y por supuesto que me permito el lujo de criticar al colectivode los que baja los brazos y se rinde, no a la persona, a la cual hay que tratarla como lo que es: una víctima del sistema.
5 respuestas a «Trabajar gratis»