
En los años 90, cuando ms-dos dominaba nuestros discos duros de 200 megas e Internet era un sueño lejano, conseguir a través de una revista como PC-Mania un CD con Linux era todo un acontecimiento. Era un sistema operativo para nerds, la mayoría de los compradores de esas revistas apenas sabían qué era un «sistema operativo» y pedirles que entendieran Linux, su instalación, manejo y utilidad era poco menos que pedirles la luna.